PRÓLOGOS

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Prólogo para HOTEL SAFARI II (abril de 2010)


"Lo único que tenemos es un fogonazo de luz... y treinta monos muertos".

Con frases como esta, ¿debería insistir en la calidad del proyecto que tienes entre manos?

Ok, la crisis obliga y uno debe asegurarse de lo que compra, que no está el horno para bollos. Amigos/autores que se unen para crear una revista o fanzine -las nuevas tecnologías casi han difuminado la línea que las separa- los hay a patadas; que además ese grupete de amigos cree una propuesta interesante... eso ya es más difícil.

Hotel Safari lo consiguió con su primer número y vuelven a demostrar con este segundo que no eran flor de un día. A pesar de su sana locura, esta gente va en serio, muy en serio. En sus páginas encontrarás autores que sólo aspiran a pasarlo bien mientras crean historias que a ellos les gustaría leer. Un principio básico que no todos los autores seguimos a rajatabla.

Unas historietas alejadas de caminos transitados. Es cierto que aún están creciendo en el apartado gráfico, pero ello no les resta ni un ápice de interés.
Una revista que he disfrutado leyendo.
Un universo que merece la pena descubrir.
Hotel Safari.

Raule, guionista de Jazz Maynard (Dargaud/Diábolo Ed)
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Prólogo para VAQUERO de JORDI PASTOR (PONENT MON, mayo del 2009).


“COMO DICEN POR AQUÍ, CON DOS COJONES”

No hay nada casual en este cómic que sujetas en las manos. Nada. Jordi Pastor es uno de esos autores de aspecto desgarbado y mente ordenada, de los que rumian hasta el último detalle antes de ponerse manos a la obra.
Lleva casi una década tanteando caminos imprevistos, contando historias conmovedoras, sacudiendo tripas y conciencias en Padre (2004), Reacción (2005) y Encuentro (2007), pero no es arriesgado asegurar que será gracias a Vaquero que su nombre hallará por fin un merecido hueco entre los autores de cómic más interesantes de su generación.
Sus dibujos, sencillos y vigorosos, se han afianzado en un estilo identificable y evolucionado brutalmente desde su primera obra, consiguiendo algo tan difícil como tornar defectos en virtudes. Pero por encima de su nada desdeñable labor gráfica en el campo de la historieta, ilustración y storyboards, Pastor es ante todo un contador de historias. Dale boli y papel o ponlo tras una cámara de vídeo y verás de qué es capaz. Debido a esa necesidad imperiosa de contar historias, fundó hace más de tres lustros, junto a Albert Miró, SIS92, una productora “sin papeles” con una quincena de cortos en su haber (el último fue premiado en el festival de Sitges 2008 con el “Brigadoon Paul Naschy”). El caso es narrar, dar salida a lo que incesantemente bulle en su cabeza inquieta.

En Vaquero descubrimos la ciudad de Barcelona como escenario real y reconocible de una ficción donde tienen cabida todo tipo de perdedores, los que lo son obligados por las circunstancias y quienes lo son de nacimiento y morirán sin saberlo. Felipe, el protagonista, un Don Quijote moderno que hallará a su Dulcinea y se embarcará en una aventura incierta; su buen amigo Andrés, un idealista de desbordante y contagiosa vitalidad; los dos matones de medio pelo que trabajan como estatuas en la Rambla… en fin, una amplia galería de personajes sin desperdicio. Mención aparte para unos buenos diálogos, siempre al servicio de un relato que sobrevuela espinosos temas como la inmigración, el desarraigo, el paro o la prostitución. También encontramos divertidas referencias culturales que van de Miyazaki a “Sólo ante el peligro” o cameos de personajes de cómics de sus colegas, pruebas inequívocas de lo bien que se lo ha pasado creando este tebeo.

Vaquero cuenta con una fantástica edición a cargo de Ponent Mon, quienes no han dudado en respetar el diseño propuesto por el autor. Un pequeño formato y bitono sepia condimentan la historia a la perfección, dotando a la obra del encantador aroma pulp que Pastor siempre tuvo en mente. No hay nada casual en este cómic. Nada.


Raule, guionista de Jazz Maynard (Dargaud/Diábolo Ed)
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Prólogo para la Novela Gráfica DOS. Primeros síntomas escrita por DAVID BRAÑA y el dibujante argentino HERNÁN FINO, (editado por DRAKUL Editorial, Girona, 16 de septiembre de 2008).


David Braña es un guionista que va al grano, y ese es el rasgo que más me gusta en un escritor. Ya en la primera página, hace referencia a un libro de Pierre Weil, best-seller de la psicología transpersonal, toda una declaración de principios de por dónde van los tiros en este álbum. Pero que nadie se lleve las manos a la cabeza, no hace falta saber de COEX ni matrices perinatales para disfrutar de su lectura y meterse en el pellejo de sus protagonistas. Al menos, a mí no me ha hecho falta.
Por DOS desfilan policías, un enigmático asesino vestido a lo Eminem y locos que no lo están tanto; sus páginas están salpicadas de sangre, casualidades y sueños más reales que la vida misma, pero el guionista es un tipo listo. Utiliza estos elementos para mantener nuestro interés y colarnos disimuladamente la historia de Sonia, una chica normal, con los mismos miedos e inquietudes que podamos tener cualquiera de nosotros. Bueno, no estoy diciendo toda la verdad. Sonia no es como nosotros, posee ciertas habilidades que la arrastrarán a una pesadilla sin fondo de la que le será muy difícil escapar con vida.

Braña nos propone un interesante y ajetreado viaje a la mente, a los vericuetos de la consciencia y la memoria. Un viaje que no podría haber comenzado sin la colaboración de Hernán Fino, un joven dibujante y diseñador gráfico argentino. Hernán, Nano para los amigos, no puede ocultar –tampoco era su pretensión– que esta es su primera obra en el mundo del cómic. Su arte está aún en busca y captura de un estilo firme y le faltan unos pocos años de experiencia a su base de dibujo. ¿Por qué, entonces, sus dibujos te atrapan y no te sueltan? Porque es un narrador extraordinario. Ignoro cuánta culpa de esto tiene el guionista, hasta qué punto le marca el ritmo y le describe cada viñeta, pero sí sé que cada plano es el adecuado para contar lo que se pretende y que los personajes gozan del encuadre perfecto para transmitir lo que la historia pide. Hernán es un buen dibujante y estoy seguro de que, a sus 25 añitos, nos sorprenderá en el próximo tomo con una evolución de quitarse el sombrero.

Todos quienes hemos accedido en alguna ocasión a prologar la obra de otros autores sabemos de lo innecesario de estas líneas y, sin embargo, aceptamos una y otra vez la engorrosa tarea, deseosos de que tanta palabrería hueca acreciente en el lector las ganas de enfrentarse a la obra en cuestión.
Espero sinceramente que este haya sido el caso. Acomódense y disfruten del primer volumen de DOS, un cómic que les hará replantearse ciertos temas. Avisados quedan.


Raule, guionista de Jazz Maynard (Dargaud/Diábolo Ed.)